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APRENDER LA LECCIÓN

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«¿No pueden aprender esta lección, y obedecer mis palabras?afirma el Señor.- Los descendientes de Jonadab hijo de Recab han cumplido con la orden de no beber vino, y hasta el día de hoy no lo beben porque obedecen lo que su antepasado les ordenó» (Jeremías 35: 13, 14).

A veces algo se puede aprender de la disciplina de los ateos. Pareciera que Dios opina así.

Hoy leerás en Jeremías 34 cómo los israelitas hicieron enojara Dios cuando esclavizaron a sus parientes, algo que el Señor les había prohibido. Cada siete años, las personas que se habían vendido como esclavas debían recibir su libertad (vers. 14). Pero en cuanto Dios se distrajo, los israelitas recapturaron a sus esclavos y los obligaron a trabajar para ellos nuevamente.

El Señor, para que su pueblo lo obedeciera, mandó a Jeremías a que fuera adonde estaban los recabitas, un grupo de extranjeros que vivían en Jerusalén, descendientes de un hombre llamado Jonadab, que les había advertido que no bebieran vino. Para probarlos, Jeremías les ofreció, pero ninguno aceptó. Si los recabitas podían obedecer a un muerto, se preguntaba Dios, ¿por qué no lo obedecen a él?

Se puede aprender de las personas que no tienen alguna relación con Dios. Como el rapero Sean Combs, antes conocido como «P. Diddy». Cuando todavía tenía su programa de TV, Making the Band, algo me enseñó. Antes de que pienses que debo irme al infierno, déjame explicarte. Lo que aprendí, fue que no hay algo que la gente no haga con tal de ser famosa. Como que lo sospechaba, pero ahora sé que es verdad. En un viejo episodio del programa, uno de los muchachos que intentaba quedar en la banda se enteró que el hijo que esperaba con su prometida nacería con una discapacidad delicada. En vez de salir del programa para estar con ella, prefirió quedarse y buscar que su sueño se hiciera realidad.

También me di cuenta de que Combs está dedicado a componer éxitos para el diablo. Si los músicos cristianos fueran la mitad de dedicados al honrar a Dios como Combs honra a Satanás, transformarían muchas vidas por medio de su música. Una vez tras otra, Combs manda a sus artistas al estudio de grabación hasta que las canciones queden «perfectas». Es un pésimo cantante, pero sabe cómo crear éxitos.

Si él puede hacer grandes cosas para Satanás, entonces nosotros haremos cosas mejores para Dios.

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