Regresar

EL RUGIDO DE LA GLORIA

Play/Pause Stop
El hombre me llevó a la puerta que da al oriente, y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente (Ezequiel 43: 1, 2).

El año vigésimo quinto de nuestra deportación, al comienzo del año, el día diez del mes, el año décimo cuarto después de que la ciudad fuese destruida, ese mismo día sentí sobre mí la mano del Señor, que me condujo allá. Por medio de una visión divina me transportó a la tierra de Israel y me dejó en un monte altísimo, sobre el que había unas construcciones que parecían una ciudad, orientada hacia el sur. Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta. El hombre me dirigió la palabra:

-Hijo de hombre, observa bien, escucha con atención y pon interés en todo lo que te voy a mostrar, pues te he hecho venir aquí para mostrarte algo; luego transmite a los israelitas todo lo que veas (Ezequiel 40: 1-4, La Palabra).

Con esas palabras Dios mostró un templo a Ezequiel, pero que no podía construirse aquí en la tierra. Dios se refería a un futuro, cuando su pueblo lo adoraría en perfecta armonía sin la sombra del pecado. El ángel que guiaba a Ezequiel le mostró los planos del templo y cómo sería por dentro y por fuera. Cuando leas Ezequiel 41 al 44 te impresionará ver cuán detallista es Dios con su casa de adoración.

Las dimensiones del edificio nos dicen cuán cuidadoso es Dios, pero Ezequiel 43: 1, 2 te dará escalofríos: «Después me condujo al pórtico oriental. En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra» (La Palabra). ¿No envidias a Ezequiel por haber tenido tan hermosa visión? ¿Te gustaría adorara Dios en un lugar donde su gloria no solamente se vea sino que también se escuche? ¡Yo sí! Probablemente me quedaría frío como Ezequiel. ¡En fin!

NO DEJES DE LEER

Ezequiel 41-44

¿Qué le dijo Dios a Ezequiel después de que vio cómo la gloria de Dios llenaba el templo? Ezequiel 43: 10.

Matutina para Android