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UN POCO MÁS DE CERCA

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En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio (Juan 1: 1, 2).

Muy bien, mereces un aplauso. Has llegado muy lejos en este estudio de la Palabra de Dios. Realmente mereces algo especial ¿Qué tal un helado? Uno de esos bien grandes de tres sabores, con caramelo, chocolate y nueces encima; sí, todo lo más delicioso. ¡Adelante, lo mereces!

Bueno, volvamos a lo nuestro. Ahora ya sabes que el libro de Mateo lo escribió un hombre interesado en hacer saber a sus compatriotas judíos que Jesús era el Mesías. También sabes que Juan, alias Marcos, escribió su libro para demostrar que Jesús tenía poderes sobrenaturales, y que cuando veía una necesidad, la satisfacía de inmediato. ¿Recuerdas cuál era la idea clave del libro de Marcos?

Dejamos a Marcos y nos lanzamos al Evangelio del doctor Lucas. Este discípulo fue un médico gentil, un extranjero que escribió una historia muy detallada. El Evangelio de Lucas es el registro más completo de la vida de Cristo. Ahora comenzaremos el libro de Juan, ¡y será muy emocionante!

El escritor del Evangelio de Juan es «el discípulo amado», como se llamaba a sí mismo (mira Juan 13: 23; 19: 26; 20: 2). Juan no quería hacerse el consentido. Simplemente tuvo una relación más cercana con Jesús. De hecho, de todos los Evangelios, este es el más íntimo. Juan no se preocupa tanto por mostrar todos los milagros que Jesús realizó. Escogió solamente ocho, pero estos relatos expresan una idea poderosa que es el corazón de su Evangelio. ¿Cuál es esa idea? Que Jesús es Dios.

Escrito hacia finales del siglo I, aproximadamente 40 o 60 años después de la muerte de Jesús, el libro de Juan demuestra que el Maestro de Nazaret no era un ser humano común, sino Dios encarnado. Por ejemplo, Juan comienza por describir a Jesús como el Verbo que se hizo hombre y luego vino a la tierra. Ningún otro Evangelio comienza poniendo a Jesús en el cielo con Dios el Padre y explicando sus funciones ahí.

Juan también revela la relación especial de Jesús con el Padre. Además destaca las ocasiones en que Jesús afirmó que era el Hijo de Dios. Mientras leas el libro de Juan, subraya cuántas veces Jesús dijo «Yo soy». Verás que hay constancia. Ningún otro Evangelio contiene tantas veces «Yo soy».

Juan vio a Dios en Jesús, y quiere que veas lo que él vio. ¡Disfrútalo!

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