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El capítulo 7 de Hechos te puede provocar pesadillas, especialmente si te pones en los zapatos de Esteban por un momento. ¿Qué sentirías si una multitud de gente rabiosa te arrastrara fuera de la ciudad, te arrojara al suelo y te matara a pedradas por algo bueno que hiciste?
Lucas nos dice que Esteban era «hombre lleno de la gracia y del poder de Dios» y que «hacía grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo.» (Hechos 6: 8). ¿No es el tipo de persona que quisiéramos tener en la sociedad, por el bien de la comunidad? El reverendo Desmond Tutu contó cierta vez cómo se encontró en medio de una furiosa turba. Años después de que cayera el racista gobierno de Sudáfrica surgieron brotes de violencia. Multitudes de hombres negros buscaban a los oficiales blancos que habían participado en su opresión. Durante uno de esos incidentes, una muchedumbre capturó a un policía, le ató las manos a la espalda, le puso una llanta llena de gasolina alrededor del cuello y se preparó para prenderle fuego.
Tutu escuchó lo que sucedía y se apresuró a detener la violencia. Escuchó los gritos de enojo mientras se acercaba, y sin preocuparse por su vida, saltó de su auto, corrió y se metió en medio de la multitud.
-Por el amor de Dios -gritó-. Deténganse, ¡no más muertes!
Corrió hacia donde se encontraba el hombre atado y suplicó por su vida. Para su sorpresa, la multitud cedió, pero luego el enojo de la turba ardió repentinamente con más intensidad. Indefenso, Tutu tuvo que marcharse y la turba se llevó al hombre.
Esteban supo lo que era ser asesinado a sangre fría. ¿Qué provocó a la multitud de judíos para que lo matara? La lección de historia de Esteban. Al defenderse, Esteban habló del nacimiento de Israel, cómo se alejó de Dios, y la promesa del Mesías. Pero Esteban también mencionó que Israel había rechazado a Dios y asesinado a sus profetas, aun al mismo Cristo (Hechos 7: 51-53).
Con estas palabras los que estaban ahí comenzaron a gruñir como perros rabiosos y mostrar los dientes. Entonces se apresuraron a sacarlo a Esteban de la ciudad y lo apedrearon hasta que murió. Pero aun a punto de morir, ¡Esteban permaneció fiel!
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Hechos 7-9
¿Quién era el poderoso oficial que presenció el apedreamiento de Esteban? Hechos 7: 57-8: 3. ¿Qué le sucedió a Saulo en Hechos 9? El cambio de Pablo fue algo que solamente Dios puede hacer.