Corcho

Desde hace siglos, la gente ha usado redes para pescar. Uno de los requisitos para tener éxito era sujetar flotadores de corcho V. a los bordes de las redes. La historia nos dice que ya se usaban flotadores de corcho en el 400 a. C. Los romanos daban otro uso al corcho: lo usaban para fabricar sandalias que calentaran sus pies. Tiempo después, en el siglo XVII, el corcho comenzó a usarse para tapar botellas.

El corcho es una sustancia ligera, suave y esponjosa que viene de la corteza del alcornoque. Este es un roble perenne, o sea que está verde todo el año y no pierde sus hojas. Los alcornoques alcanzan una altura de 15 metros y viven 300 o 400 años. Crecen sobre todo en Portugal y España, mientras que el tercer productor de corcho es Italia.

 La capa externa de la corteza de alcornoque está compuesta de células muertas cuyas delgadas paredes se han hecho gruesas y sedosas. Los árboles deben tener 20 años de edad para que se les pueda extraer el corcho. Los trabajadores retiran el corcho, o corteza exterior, de un árbol, cada diez años. Se usan hachas de mango largo para cortar el corcho en largas secciones oblongas, desde la punta de la rama más baja hasta el pie del árbol. Luego se arranca el corcho con cuidado para que la capa interna de la corteza siga intacta. Si queda dañada, ya no producirá corcho.

 A continuación, el corcho se pone a hervir para suavizarlo y quitarle la capa exterior áspera y rugosa. Así también se disuelve el ácido tánico del corcho. Luego se corta en los trozos del tamaño requerido, para finalmente empacarlo. Durante muchos años se ha usado corcho como aislante de los congeladores. El linóleo se fabrica al mezclar polvo de corcho con aceite de linaza para recubrir una lámina de yute y dejarla secar.

Jesús quiere retirar la piel áspera del pecado de nuestras vidas y permitirnos desarrollar una piel nueva que produzca buenas obras. Pide a Jesús que te ayude a deshacerte de la vieja piel del pecado y que te salga una nueva piel cristiana, suave por la bondad y abundante en amor.