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A diferencia de las mariposas, que aletean de flor en flor y de arbusto en arbusto durante el día, las polillas son generalmente nocturnas. Las polillas y las mariposas pertenecen al mismo orden de insectos, pero son diferentes. Una de sus principales diferencias son las antenas. Las antenas de mariposa son lisas con un pequeño nudo al final, pero las antenas de polilla son como delicados filamentos que se estrechan. Las de algunas especies parecen plumas.
La más grande y vistosa es la Antheraea polyphemus. Los magnates de la industria pensaron que podían criarla para fabricar seda, pero la idea tuvo éxito en algunos países asiáticos solamente. Estas polillas gigantescas miden hasta 15 centímetros de ala a ala. Su expectativa de vida es muy corta.
Como las mariposas, las polillas pasan por un proceso de metamorfosis, de huevecillo a larva u oruga, a pupa, y finalmente la madurez. La hembra pone sus huevos en las hojas o retoños de una planta específica, según la especie, porque solamente esas plantas podrán alimentara las crías. Después que ha puesto sus huevos, ha completado su función en la naturaleza y muere de fatiga total. Quizá haya vivido un mes por unos cuantos días.
Cuando el gusano hembra sale de una madriguera subterránea o un capullo, emite al aire un químico llamado feromona, que transmite cierto mensaje a los machos solitarios. A grandes distancias perciben los mensajes de feromonas con sus antenas y comienzan a volar en un patrón sistemático, en busca de la hembra. ¡Y el hombre cree que inventó el radar! Cuando un macho encuentra una hembra, se aparean. Pronto ella estará lista para poner huevos y el ciclo volverá a comenzar.
Cuando necesitas ayuda y clamas a Dios, él te encuentra. Su radar es exacto y certero. Si deseas que Jesús venga y viva en tu vida, pídeselo hoy. Su sistema de posicionamiento global está listo, y puede encontrar tu ubicación exacta. ¿Verdad que es emocionante?