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A principios de junio, cuando el Sol comienza a ponerse sobre las aguas costeras de Cabo Cod, Estados Unidos, un grupo o de calamares del Atlántico llegan desde lejos al borde de la plataforma continental. Estos calamares miden 30 o 45 centímetros de longitud y nadan como dardos. Literalmente hay toneladas de estas criaturas.
Al mismo tiempo, un grupo de 50 científicos en promedio también llega a Cabo Cod, para continuar su estudio de este calamar Mediante sus investigaciones, los científicos han descubierto que tiene un sistema nervioso central parecido al de animales y humanos de orden superior. Las fibras nerviosas de este calamar Son mayores que las de cualquier otra criatura, hasta los humanos, y por tanto, es fácil disecarlo y estudiarlo. Así que los investigadores, al estudiar estas células nerviosas bajo poderosos microscopios electrónicos en las instalaciones del Laboratorio Biológico Marino de Woods Hole, buscan encontrar respuestas a problemas nerviosos humanos graves.
Mucha gente padece dos de las grandes enfermedades del sistema nervioso central: la de Alzheimer y la de Lou Gehrig. El Alzheimer causa senilidad progresiva; sus víctimas olvidan, se desorientan y eventualmente pierden la cordura. La enfermedad de Lou Gehrig consiste en el deterioro de las células nerviosas motoras que sirven a los músculos principales del cuerpo. Las víctimas pierden el control de sus músculos, usualmente desde los pies y subiendo por el torso. La falta de músculos respiratorios suele causar la muerte.
El calamar puede ser un excelente recurso para los investigadores que buscan curar esas dos enfermedades, pues pueden inyectar medicamentos y hacer otras cosas con las grandes fibras nerviosas del calamar. Espero que estos científicos encuentren pronto una cura o un tratamiento. Dios quiere que tengamos mentes buenas, veloces, agudas. Agradece hoy a Dios si puedes pensar con claridad y mover tus músculos fácilmente.