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Aunque al búfalo cafre de África le gusta pastar o retozar tranquilamente en las planicies, los cazadores probablemente han matado a esta criatura más que a cualquier otra del continente. El búfalo cafre es un animal enorme que nunca se ha domesticado. Sus pesados cuernos curvos comienzan en el centro de su frente y luego tuercen abajo, para luego torcer arriba en medio círculo.
Estos búfalos no pueden vivir más de dos días sin agua, así que se quedan relativamente cerca de estanques y arroyos. Comen mucho pasto, verde o pardo. En un rebaño de búfalos hay varios machos dominantes. En ocasiones, un joven búfalo intenta ocupar un lugar importante en el rebaño. Enfrenta a un búfalo dominante y hay bastante choque de cuernos y cabezas, pero dura poco tiempo. El perdedor se aleja silenciosamente. Las hembras usualmente se quedan en un solo rebaño todas sus vidas.
Los bucerros de búfalo cafre son los que se benefician de esta sociedad comunal, porque crecen en el rebaño y en general, ahí permanecen toda su vida. Los búfalos machos dedican horas cada día a recostarse en el fango. No se mueven mucho, como los hipopótamos, elefantes y rinocerontes. Se quedan quietos. Se alimentan sobre todo en las noches y no quieren ser molestados. Si se aproxima un peligro, los machos esperan y atacan hasta el último momento. Debido a esto, han muerto muchos cazadores. A los leones les cuesta muchísimo trabajo cazar al búfalo cafre para comerlo. Varias leonas tienen que unirse para derribar uno solo, y no siempre lo consiguen.
Los búfalos cafre protegen a los suyos y actúan como si fueran dueños del mundo. Jesús dijo que es posible ganar el mundo entero pero a costa de nuestra alma.
Pide a Dios que te ayude a depositar en él tu confianza, y no en el mundo. Concéntrate en el reino de Dios y su justicia hoy.