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Tiempo para contar historias de la Biblia
EL POBRE Naamán tenía lepra. Su Cuerpo estaba lleno de llagas. Realmente estaba muy enfermo. Una joven habló con la esposa de Naamán sobre el profeta Eliseo. Le dijo que el profeta podía orar a Dios para que Naamán se curara. Naamán y Sus siervos viajaron una distancia muy grande para visitar al profeta Eliseo. Al llegar, le pidieron que Orara por Naamán.
El Siervo del profeta Salió a recibir a Naamán. «Ve y báñate en el río Jordán Siete veces», le dijo. Pero Naamán no quería hacer eso. El río Jordán no era un río limpio. Él quería regresar a su casa, pero sus siervos le pidieron que obedeciera al profeta.
Entonces Naamán fue al río Jordán y se sumergió siete veces. Después de eso su piel se mejoró y se veía como la piel de un bebé. Naamán estaba contento de haber obedecido al profeta.
Actividad: La piel es muy importante y hay que cuidarla. Ve hoy con mamá a comprar crema hidratante para la piel. Todos los días después de bañarte, ponte crema por todo el cuerpo.
Oración: Gracias, Jesús, por hacer que la gente se mejore. Amén.