Regresar

Servicio

Play/Pause Stop
Ninguno tenga en poco tu juventud. 1 Timoteo 4:12.

Timoteo fue un pastor joven que le dio grandes satisfacciones al apóstol Pablo, quien lo llamó “mi hijo amado" (1 Cor. 4:17). Pablo y Timoteo se conocieron en Listra, en Asia Menor. San Lucas escribió: “Después llegó a Derbe ya Listra; y he aquí, había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego; y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Quiso Pablo que este fuese con él” (Hech. 16:1-3).

Aunque su padre era griego, Timoteo fue educado en las Escrituras. “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras” (2 Tim. 3:15). Fue educado por mujeres de fe auténtica: “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habito primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice" (2 Tim. 1:5).

Timoteo fue pastor en Éfeso. Pablo lo aconsejó que cuidara su salud. “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades” (1 Tim. 5:23). Le dijo también que no se dejara menospreciar por ciertos miembros de la iglesia. “Ninguno tenga en poco tu juventud”. En la cultura griega los jóvenes no eran considerados aptos para funciones importantes en la vida pública, y ese prejuicio afectaba el ministerio. Timoteo debía defenderse con su testimonio. “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Tim. 4:12). Pablo también lo aconsejó respecto a asuntos doctrinales, administrativos y éticos.

Cuando Pablo esperaba la muerte en una prisión de Roma, le escribió a Timoteo que deseaba verlo, y le instó a que se apresurara: “Procura venir pronto a verme” (2 Tim. 4:9). Le pidió algunas cosas que le hacían falta: "Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos” (vers. 13).

Timoteo fue privilegiado, pues tuvo el mejor maestro después de Jesús, el apóstol Pablo. Las cartas que el apóstol le escribió testifican de esa vida juvenil que se consumió en el ministerio como un incienso agradable a Dios.

Si Dios te llama al ministerio, da un paso al frente y sírvele con devoción, como sirvió Timoteo.

Matutina para Android