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El verdadero jugo de caña de azúcar

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Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Salmo 51:10, RV60.

Trinidad es una ciudad colonial de Cuba, y forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Al recorrer sus calles, sentía como si hubiera viajado al pasado algunos cientos de años. Allí nos encontramos con un vendedor de guarapo, una bebida popular en Cuba.

Le dije al vendedor que quería comprar cuatro vasos de guarapo para mi familia. El hombre buscó en un rincón cuatro cañas de azúcar de casi dos metros y medio de alto cada una. Luego fue hasta su gran máquina metálica y presionó un botón. Las ruedas comenzaron a rodar y se oyó un ruido fuerte. Tomó una de las cañas de azúcar y la puso en la parte posterior de la máquina, que procedió a triturarla. Comenzó a salir el jugo de la caña de azúcar, que se iba vertiendo en una jarra ubicada cerca del frente de la máquina.

Luego de que la caña de azúcar pasó por la máquina una vez, la volvió a pasar otra vez, y otra vez más. Hizo esto con las cuatro cañas, mientras nosotros mirábamos con curiosidad. En Cuba es común pedir algo para beber y que lo preparen frente a ti. Cuando terminó, el suelo estaba cubierto de los tallos, que se habían triturado tanto que se habían convertido en algo similar a heno seco y descamado. Luego, el hombre llenó cuatro vasos con guarapo y nos los dio. ¡Estaba delicioso! Me asombró la manera en que había transformado aquellas largas cañas en un jugo dulce y sabroso.

Dios quiere transformarte a ti también. Cuando aceptamos a Cristo, somos transformados y nacemos de nuevo. ¿Has sido bautizado? El bautismo es la forma en que aceptas públicamente a Jesús como tu Salvador. Si quieres que Dios sea siempre el centro de tu vida, considera ser bautizado y permitir que él cree en ti un corazón limpio.

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