Un hombre realmente hábil

¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello". Santiago 4:14, 15, NVI.

Manejando por Cuba llegamos a Holguín, una ciudad en el lado oriental de la isla. Nuestro anfitrión nos llevó por una callecita, y paramos en la base de una gran colina. Justo frente a nosotros había una enorme escalinata que llevaba a la cima de la colina, donde había un mirador para observar toda la ciudad y más allá, el cual se llamaba Loma de la Cruz.

Nuestro anfitrión nos dejó allí para que subiéramos los famosos escalones y nos dijo que se encontraría con nosotros en la cima, para que no tuviéramos que bajar todos los escalones de vuelta. Antes de irse, mencionó que ¡hay 458 escalones hasta la cima! Esto parecía una actividad divertida y una manera genial de lograr que los chicos gastaran un poco de energía, así que comenzamos a subir.

Mientras subíamos los escalones, nos encontramos con un hombre que los estaba bajando. Pero no era un descenso común; ¡estaba bajando caminando sobre sus manos! Nos pasó tranquilamente y continuó hacia la base. Quedamos asombrados e impresionados, porque el simple hecho de caminar sobre las manos parece difícil. ¡Pero él estaba bajando 458 escalones sobre sus manos! Lo que vimos luego nos dejó atónitos. Cuando llegó abajo, sin hacer una sola pausa, se dio vuelta y comenzó a subir los escalones de vuelta, ¡con sus manos! Todavía no habíamos llegado a la cima cuando él nos pasó, ¡y luego procedió a bajar una vez más!

La Biblia habla de otro hombre fuerte, llamado Sansón. Sansón cayó en tentación, lo que lo llevó a pecar; pero al final Dios fortaleció a Sansón para que cumpliera su voluntad. Todos somos culpables de pecado, pero eso no quiere decir que Dios ya no tenga un plan para nosotros. ¡Lo tiene! Pídele a Dios que te perdone cada día, y pregúntale cómo quiere que cumplas su voluntad.