|
Primero presenta tus amigos a tus padres, seguramente ellos te aconsejarán cómo debes actuar. Segundo, si quieres tener buenos amigos, tienes que brindar tu amistad a los demás sin esperar recibir nada a cambio. La confianza plena y sincera es una de las cosas más importantes en una amistad duradera.
Abraham confiaba en su mejor amigo, que era Dios y, a pesar de sus debilidades como hombre, decidió continuar con esta amistad. Mediante pruebas, demoras y chascos, su fe se fue perfeccionando, por lo que pudo ser llamado "amigo de Dios". Abraham sabía que Dios iba a proveer todo: familia, hijos, herencia, Tierra Prometida, felicidad, unidad, paz y salvación.
Esta es la confianza que Dios necesita de nosotros, que estemos seguros de que él está de nuestro lado. La Palabra de Dios nos dice: “Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla” (1 Corintios 10:13).
Desafío:Venda tus ojos y pide a un adulto que te guíe para recorrer el interior de tu casa.
Lee más en la Biblia, [Génesis 22:1-19], [Génesis 25:1-10] y [Santiago 2:23].
Confianza en Dios