|
Era un joven de la ciudad de Troas, en Asia. Sus padres le colocaron el nombre de Eutico porque significa "feliz". ¡Y así fue! Pero en i una oportunidad vivió un momento desafortunado.
Él y muchos creyentes más se habían enterado de que el apóstol Pablo había llegado a su ciudad para pasar un tiempo con ellos. Todos querían escucharlo. Había tanta gente en el lugar que Eutico se sentó sobre una ventana abierta en la planta alta. Ya no había espacio dentro de la habitación para escuchar a Pablo. No se sabe cuánto tiempo estuvo allí Eutico pero, en un momento, se quedó dormido. ¡Y de repente, perdió el equilibrio y se cayó para atrás! Automáticamente, todos fueron a ver al joven, incluso Pablo. Y allí sucedió un milagro hermoso, porque gracias al poder de Dios, Eutico despertó y sobrevivió a esa gran caída.
¿Alguna vez te reíste porque alguien se cayó o se tropezó? Generalmente tendemos a reírnos, pero ¿qué pasa si nos sucede a nosotros? Aquí hay un sabio consejo: "No te alegres ni hagas fiesta por los tropiezos y caídas de tu enemigo" (Proverbios 24:17). La próxima vez que veas que alguien se cae, en lugar de reírte, ofrécele tu ayuda rápidamente, así como lo hizo Pablo.
Desafío:Dibuja cómo te imaginas a Eutico dormido o cómo te imaginas esta escena de la Biblia.
Lee más en la Biblia, [Hechos 20:9-12].
Empatía