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JESÚS ESTABA EN EL MONTE cuando habló de las bienaventuranzas. Desde el monte, quizá vio una aldea y a la gente apresurada que iba y venía. Quizá vio campesinos que cuidaban sus cultivos. Por todos lados había gente ocupada. Alrededor de Jesús había gente sentada y que escuchaba.
-Dichosos los que quieren hacer lo bueno más que cualquier otra cosa -dijo Jesús.
Cuando tienes hambre y sed, quieres comer y beber de inmediato. No piensas en otra cosa. Jesús dijo que algún día los niños y las niñas como tú que anhelan que sucedan cosas buenas, serán muy felices. Cuando Jesús nos lleve al cielo todos estaremos felices. Todos nos trataremos con bondad todo el tiempo.
Tal vez hayas visto a un niño grande maltratar a uno pequeño. ¿Podrías hacer que ese pequeño se sintiera mejor? Aquí tenemos fotos de
situaciones tristes. Pongámoslas en nuestro libro de bienaventuranzas y oremos para que Dios nos ayude a hacer todo lo que podamos a favor de los demás.
Cuando queramos que la gente sea buena, seremos felices.
Materiales: Libro de recortes para bienaventuranzas, fotos de situaciones entristecedoras, como incendios o gente que llora; pegamento.
Tema: sentimientos