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¿DE VERDAD QUIEREN SER HIJOS DE DIOS?», preguntó
Jesús mientras predicaba. ¿Qué habrías respondido? Seguramente habrías dicho: «Sí, yo sí quiero».
-Pues bien -agregó Jesús-, los hijos de Dios son diferentes.
Si eres amable solamente con los niños y las niñas que te caen bien, ¿qué tiene eso de especial? Los hijos y las hijas de Dios tratan bien a toda la gente.
-Lo que yo les digo es que amen a sus enemigos y oren por quienes les hacen daño -concluyó Jesús.
¿Conoces a alguien que trate mal a los demás? Ora por esa persona. Este es un ejemplo de oración:
Querido Dios, por favor ama y cuida a [nombre]. Ayúdale a ser feliz y sentir tu paz en su corazón. Por favor, que
_ [mencionar algo bueno que le gustaría que le sucediera, o algo bueno que a su niño(a) le gustaría que le sucediera personalmente]. Por favor ayúdame a amar a
[nombre] tanto como tú. Amén.
Escribe la oración en una tarjeta y decórala. Colócala junto a tu cama para recordarte orar por la persona. ¡Podría ser el primer paso para convertir a un enemigo en un amigo!
Materiales: Una tarjeta de 5x8 centímetros, marcadores.
Tema: la oración