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JESÚS TIENE UN AYUDANTE ESPECIAL. Es el Espíritu Santo. Susurra las palabras de Jesús a nuestro corazón. A veces, cuando te sientes triste, él te ayuda a recordar que Jesús te ama. A veces, cuando te acuestas, te ayuda a pensar en la bondad de Dios, en vez de cosas que te den miedo. El Espíritu Santo es un amigo maravilloso. [Discute las experiencias de tu niño(a), o las tuyas, con el Espíritu Santo.)
Cuando el Espíritu Santo habla a nuestros corazones, siempre debemos escuchar con atención. Si no le hacemos caso, llegará el momento en que ya no querremos estar cerca de Dios y el Espíritu Santo nos dejará en paz, para que hagamos lo que plazca.
Podemos hacer un tapete de bienvenida para recordarnos recibir las apacibles palabras del Espíritu Santo en nuestro corazón. [Rompan segmentos del fieltro para hacer los bordes, o recórtenlo con tijeras dentadas. Recorten trozos de fieltro o foamy para pegar sobre el fieltro. Escriban «Bienvenido, Espíritu Santo» con letras de fieltro, o pintura acrílica para tela.]
Materiales: Fieltro de colores brillantes o foamy, tijeras, pintura acrílica para tela.
Tema: el Espíritu Santo