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AYER HABLAMOS DE LA SEMILLA de mostaza y cómo germina en un árbol tan grande que los pájaros anidan en sus ramas. Eso nos recuerda que cuando la palabra de Dios está sembrada en nuestros corazones, cambiamos y todos pueden darse cuenta de dicho cambio.
Todos pueden ver las cosas buenas que hacemos por los demás. Pueden ver que somos amigos de Jesús. El reino de los cielos comienza aquí en la tierra, en los corazones de la gente. Entonces, cuando sea el momento, Jesús se llevará a vivir con él a todos los que lo aman.
Hagamos una representación de cómo crecen las semillas. Enrollate como una semillita y te cubriré con esta toalla, así como la tierra cubre la semilla. [Camina alrededor de tu niño(a) e
imita la lluvia que cae.] La lluvia de Dios cae y te moja hasta que te hinchas y tu pequeño abrigo marrón se abre. [Retira la toalla.]
El sol de Dios te calienta y tu pequeño brote se alza. [Que tu niño(a) levante la mano lentamente.] Se alza por sobre la tierra hacia el sol. Creces hasta ser un alto árbol (que tu niño(a) se levante) que se mece con la brisa; ¡llegan pájaros a pasar la noche en tus ramas! [Con tus manos imita un ave, que desciende a posarse en los hombros de tu niño(a).]
Materiales: Una toalla grande (para dejarla caer cuando hagan la pantomima de cómo crece una semilla).
Tema: crecer en Jesús