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UN EMPRESARIO IBA A SALIR DE VIAJE, dijo Jesús, así que encargó su dinero a algunos administradores. El primero recibió cinco bolsas de oro; el segundo, dos; el tercero, una.
El primer administrador usó el oro para ganar más oro. Quizá compró trigo, lo molió e hizo pan para vender. Cuando su jefe volvió, tuvo diez bolsas de oro para entregarle. El administrador que recibió dos bolsas también trabajó duro. Tuvo cuatro bolsas de oro para su jefe. El empresario estaba muy complacido.
-Me doy cuenta de que puedo confiar en que cuidarán lo poco, ¡así que los pondré a cargo de mucho más!
Sin embargo, el administrador que había recibido una bolsa de oro fue holgazán. La enterró. Su jefe se enojó mucho, así que lo despidió.
Jesús también ha dado tesoros especiales a cada uno de nosotros. Todos somos buenos en algo. ¿Cuáles dones especiales tenemos? [Comenten los que tenga cada quien] Cuando invertimos nuestros dones, crecen. ¿Cómo puedes invertir tus dones para Jesús? Escribamos nuestro plan de inversiones en un «Cuaderno familiar de inversiones»,
Materiales: Un cuaderno, un lápiz.
Tema: talentos