|
DESPUÉS DE QUE JESÚS fue bautizado, el Espíritu Santo lo llevó al desierto. Ahí estuvo muchos días solo mientras oraba a su Padre. Jesús necesitaba su ayuda.
Pasados 40 días sin haber comido, Jesús tuvo hambre. Satanás quiso convencerlo de que convirtiera una piedra en pan. Jesús pudo convertir la piedra en pan si lo hubiera querido, pero no iba a obedecer a Satanás. Le dijo:
-El hombre no solamente vive de pan, sino de toda la palabra que Dios pronunció.
Tenemos que comer para tener buena salud. El pan conserva nuestros cuerpos con vida, pero las cosas buenas que Dios nos dice mantienen nuestros corazones con vida. Necesitamos escuchar a Dios.
Al oír historias de Jesús, cantar de él y orar, podemos pensar en las palabras de Dios.
Hagamos un centro de mesa que demuestre lo importante que es la Palabra de Dios. Aquí tengo una canasta. Le pondremos de fondo este trapo de cocina. ¿Con qué la llenaremos? [Sugerir la Biblia, libros de historias bíblicas, himnarios, etcétera.]
Materiales: Una canasta o un tazón grande, un trapo de cocina, una Biblia, un himnario y libros de historias de la Biblia.
Tema: escuchar