|
¿RECUERDAS QUE JESÚS dijo que la gente que recibiera su pan de vida ya nunca tendría hambre? Pues añadió:
-Quien crea en mí jamás tendrá sed. El agua que le daré se volverá un manantial en su interior y le dará vida eterna.
El agua de esta botella vino de un manantial (o es como de manantial). En un manantial, el agua nunca deja de fluir.
Siempre sale de la tierra. Esa agua es deliciosa, fresca y pura. Por eso es tan agradable beberla.
El agua que Jesús nos promete es gratuita. Sus palabras en nuestros corazones son como un manantial de agua. No dejan de brindarnos felicidad. ¿Acaso no es una hermosa alegoría de Jesús?
[Si hay algún manantial cercano a donde ustedes viven, vayan a visitarlo y piensen cómo Jesús nos da felicidad como un manantial de agua.]
Podemos dejar la botella de agua en la canasta para recordarnos el agua viva de Jesús.
Materiales: Una botella de agua de manantial o purificada.
Tema: salvación