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La crisis vital que atraviesa Job es un angustioso movimiento anímico entre los extremos de la desesperación y la esperanza. A veces logra alcanzar un equilibrio frágil y precario, que pronto se desvanece como el vapor que sube del desierto en las mañanas.
Sin embargo, en estas sombrías profundidades de la desesperación y el abatimiento, aprendemos algo de Job. En su dolor, Job no se detiene en las circunstancias, sino que se eleva a Dios aun en la queja: "Por tanto, no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma" (Job 7:11).
Todo lo que sufre Job -el fallecimiento de sus hijos, la pérdida de sus bienes, los dolores de su cuerpo y el repudio socialno lo atribuye tanto a la malevolencia humana sino a la desprotección de Dios o a una acción directa del Todopoderoso. Lo expresa claramente cuando dice: "Porque Dios desató su cuerda, y me afligió, por eso se desenfrenaron [los amigos y aun la esposa] ante mi rostro" (Job 30:10,11). No toma los males como algo personal, como resultado de la ingratitud o maldad de la gente; e incluso no expulsa a sus amigos que lo atormentan y fastidian, sino que todo lo ve como resultado de que "Dios me ha agarrado por el cuello, y con fuerza me sacude la ropa" (vers. 18; DHH).
Job exterioriza su dolor. ¡Es mejor quejarnos ante el Señor que ante los hombres! El compromiso de Job con Dios es profundo y auténtico. Job deposita todo su dolor en Dios, porque Dios es todo para él.
¡Qué alivio para el alma es contar con Jesús! Solo él puede recibir tus palabras tristes. Solo él puede comprender tu sufrimiento. Jesús no se enoja con tu sinceridad. Pero, si temes importunarlo, es posible que termines cansándote de tu pequeño dios.
El hipócrita no reconoce ninguna crisis en su vida. Por eso busca las mejores palabras para orar (Mat. 6:7). Pero, los grandes hombres de Dios dudan y padecen crisis, y oran en consecuencia. No buscan palabras huecas "como los hipócritas" (Mat. 6:5). ¡Llenan su corazón con Jesús!
Oración: Señor, gracias, porque en mis crisis me comprendes.