|
Cuando piensas en Jesús, no olvides su promesa del Segundo Advenimiento. Con este canto de esperanza culmina el Padrenuestro. Todos los creyentes esperamos el advenimiento de Cristo porque sabemos que de él es "el reino, y el poder, y la gloria" (Mat. 6:13). Así lo dice la Biblia: "Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos" (Apoc. 11:15).
El Segundo Advenimiento está íntimamente ligado con la primera venida de Cristo. Si Cristo no hubiera venido la primera vez y no hubiese logrado una victoria decisiva sobre el pecado (ver Col. 2:15), entonces no tendríamos razón para creer que volverá a fin de terminar su obra redentora. Pero, por cuanto tenemos la evidencia de que "se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado", tenemos razón para creer que "aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan" (Heb. 9:26, 28).
La Cruz le da sentido a la esperanza del segundo advenimiento de Cristo. Cuando el Señor pendía del madero, la promesa que le hizo al ladrón que estaba a su lado consuela a toda la humanidad (ver Luc. 23:42, 43). Para quienes creen, la cruz de Cristo se destaca del fondo de la historia de un modo muy nítido, no porque el tiempo haga algo por la Cruz, sino porque la Cruz hace algo por el tiempo y la vida del hombre. Aceptar la verdad profética de la segunda venida de Cristo desde la cruz del Calvario le da sentido y certeza a nuestra vida.
El apóstol Pablo comenta, con respecto de esta esperanza: "Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren [...]. Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en él" (1 Tes. 4:13, 14, TLA). Es decir, Cristo no solo vendrá por los vivos, sino también por los muertos.
¿No crees que abrazas una "bendita esperanza"?Cuando pienses en Jesús, ¡no olvides la promesa de su segunda venida!
Oración: Ven pronto, Señor.