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La palabra «cenote» viene de la lengua maya y significa abismo». Los cenotes son pozos, o depósitos de agua de manantial, con bastante profundidad y agua dulce en su interior. Estos pozos naturales eran muy importantes para los mayas, ya que de ellos conseguían agua potable.
La mayoría de los cenotes que se han descubierto se encuentran en Yucatán, México. Pero también los hay en Sudáfrica, Estados Unidos y Croacia. Hoy se usan como lugares para refrescarse, nadar y hacer buceo.
A un pozo, pero sin agua, fue a parar el profeta Jeremías. Era tan estrecho que solamente podía estar de pie o en cuclillas. Allí había humedad, oscuridad, barro, roedores, insectos y también piedras. ¡Qué mal se sentía! Pero Ébed-mélec se dio cuenta de lo que había ocurrido y, junto con treinta hombres más, lograron sacarlo con sogas y trapos viejos. ¿Te imaginas que te sucediera a ti esa experiencia? Léela completa en Jeremías 38: 1-12.
¿Alguna vez se te ha metido una piedra en el zapato? ¡Qué sensación tan molesta! Pues así se sentían algunas personas al escuchar al profeta Jeremías. ¿Alguna vez tuviste la sensación de que no puedes tolerar a una persona? Es como si fuera una piedra en tu zapato. Pero la Biblia nos dice: «Sean humildes y amables; tengan paciencia y soportense unos a otros con amor» (Efesios 4:2).
Desafío: Busca una piedrecita bien pequeña y pégala aquí para recordar lo que aprendimos hoy.