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Es difícil explicar qué es la luz. Quizás la forma más sencilla de que lo puedas entender es decirte que la luz es una forma de energía que nos permite ver las cosas que nos rodean, Y nuestros ojos están diseñados para captar esa energía. De manera que solo podemos ver las cosas si hay presencia de luz; donde no hay luz, no podemos ver nada. Así que la luz hace que nada quede escondido, tapado u oculto. Pero para que la luz cumpla su función, debe estar ubicada en un lugar que permita expandir sus partículas.
Jesús dijo: «Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa» (Mateo 5: 14-15). Esto quiere decir que nosotros, los cristianos, somos luz para los demás en el sentido de que mostramos a otros como es Dios, cosa que no podrían ver si no fuera por la conducta de los que amamos a Dios. Por eso, no escondas tu cristianismo, ponlo en alto como se pone una lámpara o, de lo contrario, nadie podrá verlo.
Silvio es un niño callado y tímido, pero es muy bueno, atento y amable con los demás. Gracias a eso, la gente que se relaciona con él conoce a Jesús. «Ustedes mismos son la única carta de recomendación que necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y pueden leer» (2 Corintios 3:2).
Desafío: Arma tres sobres y decóralos pegando otros papeles. Guarda en cada uno un versículo favorito de la Biblia y regálalos a personas que quieras alegrar.