|
¿Sabes? La vida está llena de pequeñas cosas que hemos de aprender a valorar porque, en realidad, las cosas pequeñas son las más grandes. Por eso es importante no tomar decisiones apresuradas en cuestiones que nos parecen de poca importancia. Porque, en realidad, nada en la vida tiene poca importancia. Es como cuando tú, por ejemplo, haces un dibujo precioso y se lo das a una persona grande, y esa persona no lo valora. Eso te hace sentir mal, porque te das cuenta de que algo grande para ti, le pareció pequeño a esa persona. Pues a eso me refiero. No hay nada pequeño porque siempre es importante para alguien.
Por haber tomado una decisión rápida, sin tener en cuenta si perjudicaba a otras personas o no, Lot se fue a vivir con su familia a la ciudad de Sodoma. Si bien prosperó rápidamente, en una batalla entre pueblos fue tomado prisionero. Alguien fue a avisar a Abraham de que su sobrino estaba en peligro, y Abraham, junto con sus trescientos dieciocho siervos, libero a Lot y a los demás prisioneros sin pedir nada a cambio.
A veces pensamos que algo «pequeño» como ir a un lugar en vez de a otro, no tiene ninguna importancia para nuestra vida, pero sí que la tiene. Todo es importante; toda decisión cuenta; todos los días, todas las personas y todas las cosas, Dios las pone en tu camino para que las valores. Por eso, la Biblia dice: «Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer» (Salmo 16:8).
Desafío: Presta atención y observa cuántas bendiciones nos regala Dios en este día para que vivamos felices.