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La pregunta de hoy no tiene respuesta. Verás, se cree que las escaleras se inventaron por el año 6000 a. C. Hace tanto de eso, que no es posible saber quién las inventó. Se sabe por los registros arqueológicos que los egipcios utilizaron escaleras en sus pirámides y los chinos en sus murallas, o sea que son muy antiguas. El primer uso que se dio a las escaleras fue para superar obstáculos del terreno, como montañas, por ejemplo, de manera que se hiciera más rápido y fácil el acceso al otro lado. Hace muchos años subir a un lugar elevado significaba poder estar a salvo y tal vez así no perder la vida en alguna situación de guerra o dificultad así que, como ves, este invento tan sencillo y antiguo, ha sido siempre tan útil como lo es hoy.
En la Biblia hay un relato que tiene que ver con una escalera. ¿Lo conoces? Es la historia del patriarca Jacob que, una noche, mientras huía de su hermano y se sentía solo y arrepentido, «tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a él, y que le decía: “Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les daré la tierra en donde estás acostado”» (Génesis 28:12-13).
Esa escalera representa a Jesús, que es el intermediario entre el cielo y la tierra, y que volverá para llevarnos a vivir con él. Lo único que tenemos que hacer es confiar en que él siempre estará con nosotros y nos ayudará en nuestras necesidades. «El que cree en el Hijo, tiene vida eterna» (Juan 3:36).
Desafío: ¿Hay alguna escalera cerca de tu casa? Escribe con tiza este versículo en los escalones. Si no tienes, dibújala.