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«Éxodo» significa marcha de un pueblo o de un grupo de personas que estaban en un lugar y se dirigen a otra región para establecerse. Los sinónimos de esta palabra son «salida», «traslado», «huida», «peregrinación» o «emigración». Y contrarios, o antónimos, son «regreso» y «retorno».
El segundo libro de la Biblia, que se llama precisamente Éxodo, narra la historia de la salida del pueblo hebreo de Egipto hacia la tierra prometida, liderados por Moisés y protegidos por Dios. «Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años» (Éxodo 12:40), muchos de ellos como esclavos. Con la ayuda divina, pasaron de ser un pueblo esclavo a ser un pueblo libre e independiente.
Ser esclavo es no tener libertad, ser dominado por otra persona que te puede vender como si fueras un objeto o una mercadería, o te puede obligar a hacer cualquier cosa que quiera, sin tener tú ningún derecho a protestar o a irte. Al igual que en los tiempos antiguos Dios quería que su pueblo fuera libre y lo adorara en libertad, hoy Jesús quiere que nosotros seamos libres, y que nada ni nadie nos quite esa libertad. «Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud» (Gálatas 5: 1).
Desafío:¿Qué cosas nos pueden transformar hoy en esclavos? (Televisión, celular, tableta, juegos...) Ora a Dios para que te ayude a ser equilibrado.