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¿Te gustan los rascacielos? La verdad es que son fascinantes, especialmente de noche, con las luces y viéndolos a la distancia. ¿Sabes cuál es y dónde está el rascacielos más alto del mundo? Tal vez te sorprenda. Se llama Burj Khalifa. Mide 828 metros de altura, tiene 163 pisos y está en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
En los tiempos de Jesús no había rascacielos, pero eso no quiere decir que no hubiera edificios impresionantes. De hecho, en Jerusalén había uno: el Templo. Era el edificio más hermoso de la ciudad. Otro edificio importante de Jerusalén era donde vivía el procurador romano cuando estaba allí. ¿Sabes? En ese edificio se llevó a cabo el juicio de Jesús ante Pilato. Los fariseos, los rabinos, los judíos y los sacerdotes estaban ansiosos por encontrar algún error o pecado en Jesús. Pero nada de esto sucedió. A pesar de que Jesús nunca pecó, fue juzgado injustamente.
Una vez, Satanás llevó a Jesús a un monte muy alto. Desde allí le mostró todos los reinos del mundo y le ofreció dárselos si se arrodillaba y lo adoraba. Pero Jesús se negó a hacerlo, porque de esa manera no hubiera cumplido el propósito por el cual vino a este mundo: salvarnos. Jesús dejó todo y sufrió para que nosotros podamos vivir para siempre con él en el cielo. «Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).
Desafío:¿Cómo puedes agradecerle a Jesús hoy por lo que hizo por ti? Escribe tu respuesta.