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Un rubí es una piedra preciosa de color rojo. Su nombre viene de la palabra ruber, que significa «rojo» en latín. El rubí se usa para hacer joyas, relojes y objetos de lujo. Aunque no se estila mucho, el rubí es una piedra que permite grabar en ella palabras o imágenes, gracias a su dureza.
¿Sabías que en la Biblia se habla del rubí en varias ocasiones? Por ejemplo, se dice que una de las piedras que llevaba en el pecho el sumo sacerdote en los tiempos del Antiguo Testamento era el rubí (ver Éxodo 28:15-17). También se dice que una de las piedras con las que está hecha la muralla de la nueva Jerusalén es el rubí (Apocalipsis 21: 17-20). ¿Y sabías que Dios, en su trono, tiene el aspecto de un rubí? (Apocalipsis 4:2-3). Las piedras preciosas nos permiten tener una idea de lo precioso que será todo en la Tierra Nueva.
Las piedras nos recuerdan también algo más importante: que nuestros nombres deben estar escritos en una piedra blanca, que recibiremos cuando Cristo vuelva. Porque «a los que salgan vencedores, [...] les daré también una piedra blanca, en la, que está escrito un nombre nuevo que nadie conoce sino quien lo recibe» (Apocalipsis 2: 17).
Desafío:Busca una piedra lisa y píntala de blanco. Escribe tu nombre sobre ella. Úsala como pisapapeles.