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El pan es un alimento básico en muchos países, por eso existen tantas formas diferentes de prepararlo. Para que te hagas una idea, solo en Alemania se hace el pan de quinientas formas distintas; puedes buscar las recetas en Internet. Aunque en algunos países la costumbre es más la tortilla de maíz que el pan de trigo, en la Palestina de los tiempos bíblicos el pan era el alimento principal. Jesús comía pan.
Pero las costumbres de aquella época no eran como las de hoy. Hoy, cada persona tiene su pedazo de pan y lo come como y cuando quiere. En aquel entonces, el anfitrión mojaba un pedazo de pan en un plato que se encontraba en el centro de la mesa y se lo iba dando a cada uno de sus invitados. Esto representaba una forma de ser amable, cortés y distinguido. El que así hacía era una persona educada y refinada.
En la última Cena con sus discípulos, Jesús dijo: «Voy a mojar un pedazo de pan, y a quien se lo dé, ese es». En ese momento, Jesús estaba haciendo según la costumbre más cortés y refinada de su época. Por eso, cuando Judas aceptó el trozo de pan que le dio Jesús, nadie sospechaba que lo iba a traicionar, después de que el Maestro hubiera sido tan amable, educado y cortés con él. Jesús hasta el último momento de su vida trató bien a todo el mundo, incluso a Judas, a pesar de saber que lo iba a traicionar. Este es el consejo de la Biblia; esta es una manera de imitar a Jesús: «Sean amables; tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor» (Efesios 4:2).
Desafío:Busca a alguien en tu escuela con quien compartir tu merienda.