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¿Has oído alguna vez la frase que da título a la reflexión de hoy? Esa frase se refiere a las personas que comienzan un trabajo nuevo y tienen tanto empuje, tantas ganas, que lo hacen todo muy bien y muy rápido. Se parecen a una escoba que, cuando está nueva, no está desgastada y, por lo tanto, barre mucho mejor que cuando está desgastada, pues se lleva más cantidad de suciedad del piso.
¿Sabes de qué están hechas las escobas? En realidad son una herramienta muy sencilla. Apenas consisten en un palo largo que se fija a unas fibras duras, normalmente hechas con un manojo de ramas. En la Biblia se menciona la palabra «escoba». ¿Quieres saber dónde? Está en Isaías 14:23, y dice así: ('La barreré con la escoba de la destrucción". El Señor todopoderoso lo afirma». Se refería a Babilonia, cuyo reino Dios barrería de la faz de la tierra. Y para expresar esa idea, usó la imagen de una escoba, algo tan popular porque se usa en todas las casas.
Dios no hace nada porque sí, sin ningún propósito, y sus razones tendría para «barrer» a Babilonia. Pero de una cosa podemos estar seguros: si amamos a Jesús, no tenemos que tener miedo a nada ni a nadie. «No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa» (Isaías 41:10).
Desafío:Dibuja una mano muy grande y escribe dentro de ella el versículo de Isaías 41: 10.