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La Biblia transforma

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«La Palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma». Hebreos 4:12

-Antes de que empecemos a estudiar el segundo libro de la Biblia, que se llama Éxodo -inició hablando esa mañana la madre—, quiero contarles una historia sobre el impacto de la Biblia en la vida de las personas que la estudian. Se cuenta que el gran predicador Juan Wesley, que vivió hace muchos años, fue una vez asaltado por un ladrón. Iba solo y le dio al asaltante lo que le pedía porque no quería arriesgar su vida. Mientras tanto, aprovechó para hablarle de Jesús y le repitió un versículo de la Biblia: «La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado» (1 Juan 1:7). Lo animó a recordar ese mensaje, pues un día tendría que dar cuenta de sus actos.

Qué valiente fue el pastor Wesley al predicarle a un ladrón -comentó Susana.

-Sí, pero aprovechó bien la oportunidad -continuó la madre—. Tiempo después en una iglesia y al terminar el culto, se le acercó un hombre y le dijo que era el ladrón que lo había asaltado, pero que le habían quedado grabadas las palabras que le había dicho. Lo habían hecho pensar y decidió cambiar su vida. Ahora era un hombre que amaba a Dios y leía la Biblia.

-Qué grandes milagros puede hacer la Palabra de Dios en la vida de una persona —comentó Susana-. Puede hacer que uno deje de ser ladrón para convertirse en un fiel creyente en Dios.

-Así es, Dios nos transforma a través de su Palabra, por eso debemos leerla todos los días. Podemos leerla juntos en el culto, pero cada quien debe leerla a solas también -concluyó la mamá.

Tu oración:Querido Dios, gracias porque tu Palabra nos da vida; ayúdame a compartirla con otros.

¿Sabías qué?

Moisés fue quien escribió más libros del Antiguo Testamento.

1 de febrero

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