Libro de Éxodo

-¿Saben por qué el segundo libro de la Biblia se llama Éxodo? -preguntó el padre a Mateo y Susana.

-Porque en él se cuenta como el pueblo de Israel salió de Egipto hacia la libertad —respondió Susana.

-Eso es correcto -dijo el padre—, lo que pasa es que no todo el mundo sabe que la palabra «éxodo» significa «emigración de una muchedumbre de personas». Pues bien, el libro de Éxodo incluye, además, la vida de Moisés, el cruce del mar Rojo, la entrega de los Diez Mandamientos, la historia del mana, la construcción del santuario... Pero todo arranca con el éxodo de Israel hacia la tierra prometida.

-Papá, ¿cómo empieza esa historia? -quiso saber Susana.

-Pues verás, habían pasado más de cuatrocientos años desde que Jacob y su familia habían salido de Canaán rumbo a Egipto para ir a vivir con José. El faraón les había dado la tierra de Gosén en agradecimiento por el trabajo de José y había reconocido públicamente que el Dios del cielo había provisto para que Egipto tuviera alimento. Los años pasaron y los israelitas se convirtieron en un pueblo muy numeroso, mucho más que los egipcios. Los que conocían a José habían muerto y el nuevo faraón no quiso darle la importancia que le habían dado antes. Además, decidió que los israelitas debían trabajar para ellos como esclavos.

-¡Qué cambio! Allí fue cuando empezaron a sufrir —comentó Mateo.

-Sí, ahora eran esclavos y se les exigía que trabajaran mucho. Así que el pueblo de Israel empezó a clamar a Dios para que los liberara. Sabían que estaban allí de paso, pues creían en la promesa que había hecho Dios a Abraham acerca de la tierra prometida. Pero eso no fue todo, el faraón dio la orden de quitar la vida a los bebés varones que nacieran porque ya había demasiados israelitas. Cuando el: pueblo lo supo se puso muy triste. ¿Qué podían hacer? Clamaron a Dios por un libertador.

Tu oración:Querido Dios, gracias porque tú tienes el control de mi vida.

¿Sabías que?

El pueblo de Israel vivió en Egipto durante 430 años.

3 de febrero