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-El decreto de muerte para los varones israelitas todavía estaba vigente cuando Amram y Jocabed tuvieron un hermoso bebé -inició la madre—. Ya tenían a María y a Aarón, así que el nuevo bebé debía mantenerse escondido por temor a que los egipcios lo descubrieran y lo mataran.
-¿Cómo hicieron para que no lo descubrieran? -preguntó Mateo.
-Es muy difícil mantener a un bebé callado —continuó la mamá—, por eso cuando tuvo tres meses, y después de haber orado mucho, su mamá lo colocó en una canastilla que ella misma había preparado y lo dejó en el río. La princesa llegó junto con sus siervas al río para bañarse, y le llamó la atención aquella canastilla que flotaba en el agua, ¿qué podría ser? Pidió a sus siervas que se la trajeran. Cuando la abrieron, ¡qué hermosura! ¡Era un bebé! La princesa se imaginó que era de una madre hebrea y decidió quedarse con él para criarlo. Y María, la hermana del bebé, que lo había estado observando todo a escondidas, se acercó a la princesa para ofrecerle ayuda para cuidar del niño. Ella aceptó y María corrió a la casa. Me la imagino gritando de felicidad: «¡Mamá, ven, te tengo una sorpresa! La princesa quiere que cuides a mi hermano».
—Increíble cómo Dios respondió su oración -comentó Susana.
-Jocabed no podía creerlo -continuó la mamá—. Cuando llegó ante la princesa y esta le dijo: «Críamelo y yo te pagaré», Jocabed debió de pensar en que no deseaba dinero si lo mejor era volver a casa con su hijo sin tener que esconderse. ¡Qué privilegio! Podría educar a Moisés libremente y hablarle de Dios sin que nadie se lo prohibiera. Así fue como Moisés aprendió a amar y a obedecer a Dios desde pequeño. La educación en los primeros años es lo principal.
Tu oración:_____________________________________________________________________________________________________________________________________
¿Sabías qué?
Moisés fue llevado al palacio cuando tenía aproximadamente doce años.
4 de febrero