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La rana esforzada
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«El Señor estaba con él y hacía que todo le saliera bien» (Génesis 39:23).
Había una vez dos ranas. Después de dar un gran salto, cada una cayó en una lata llena de leche. Una de ellas, muy asustada, pensó que nunca lograría salir y, por eso, decidió no moverse. Así que murió ahogada.
La otra comenzó a patalear para salir. Luchó tanto con sus patas que la leche se fue transformando en mantequilla.
De este modo, la rana pudo salir.
¿Y yo?
¿Desistes y abandonas las cosas con facilidad?
Mi oración para hoy
Querido Padre celestial, ayúdame a esforzarme para hacer todo de la mejor manera.
Enero 21
