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Un día Marcos tuvo que viajar en avión. La primera parte del viaje fue muy tranquila y agradable. La azafata fue varias veces a donde él estaba. Le llevó libritos, papel, lápices de colores y zumos. Sin embargo, a cierta altura, repentinamente el avión comenzó a subir ya bajar y, por la ventanilla, Marcos vio relámpagos.
Entonces, una niña que iba en el asiento de enfrente comenzó a llorar, así que Marcos fue a su lado y le dijo: «No tengas miedo, esto sucede solo porque hace mal tiempo en esta nube que estamos atravesando. Ya va a pasar. ¡Confía!».
¿Y yo?
No te puede suceder nada que Dios no permita.
Mi oración para hoy
Muchas gracias, Señor, por cuidarnos en nuestros viajes.
Enero 24