|
Un día se hundió un barco, pero el que lo conducía se salvó y logró llegar a una isla.
Con mucho esfuerzo, construyó una cabaña para vivir. Un día, mientras estaba pescando, se dio cuenta de que su cabaña se estaba quemando. Se enfadó muchísimo. «¿Por qué Dios ha permitido esto?», se preguntó.
Al poco rato, vio un helicóptero posándose sobre la playa. El piloto había visto el fuego y había llegado a salvarlo.
¿Y yo?
Cuando te sucede algo que no te gusta mucho, acuérdate que Dios sabe por qué hace las cosas.
Mi oración para hoy
Señor Jesús, ayúdame a confiar en tu gran amor.
Marzo 01