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La mariposita estaba por nacer. La crisálida se abrió y salió una criaturita con una cabeza, dos antenas, un cuerpo peludo y dos pares de alas. Las alas estaban mojadas y pegadas al cuerpo, pero rápidamente se secaron con el calor del sol. Sus colores brillaban y la mariposa ya podía volar. Ahora era necesario ir a buscar alimento.
¡Oh, mira, ahí está, en aquella flor! ¡Humm! Se llama néctar y es muy dulce.
La mariposa se pasa todo el día de flor en flor, hasta que el sol comienza a ocultarse.
Bueno, será necesario buscar una hojita para que la proteja del frío de la noche.
¿Y yo?
La mariposa es una linda criatura que Dios hizo.
Mi oración para hoy
Muchas gracias, Señor, porque si tú cuidas a las mariposas, me cuidarás todavía mejor.
Marzo 24