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-¡Pero qué pan tan bueno, mama! i Muchas gracias! -dijo Miguel.
-Hijo, para que tengamos este delicioso pan fue necesario que Dios enviara la lluvia y el sol, que los hombres sembraran el trigo, que en las fábricas hicieran la harina, que el panadero se levantara temprano para amasarlo...
-Y que tu hayas ido a la panadería a comprarlo-agregó el niño.
-Es verdad, todos colaboramos, pero es Dios quien está al principio de todas las cosas.
¿Y yo?
Seguro que tú también quieres colaborar con Dios y con las personas que están a tu alrededor. Es muy importante apreciar el esfuerzo que cada uno hace.
Mi oración para hoy
Querido Dios, muchas gracias por el sol y por la lluvia que contribuyen para que el pan pueda llegar a mi mesa.
Abril 05