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Alejandro Volta

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Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré. Josué 1:5.

¿Tienes una pila de linterna o de algún otro aparato electrónico? Tómala B y examínala. Encuentra el lugar donde dice 1,5 voltios (o posiblemente 9 voltios). El número de voltios indica la cantidad de "presión” de electricidad que tiene. En contraste con esto, probablemente haya 120 o 240 voltios en los tomacorrientes de tu casa. El voltio es la unidad que mide el poder de la energía. Se le dio ese nombre en honor a Alejandro Volta, profesor italiano de física que inventó la batería de pila seca.

Tú también puedes hacer una batería. Volta tomó discos limpios y secos de plata, de zinc, y discos de cartón empapados en una fuerte solución de agua con sal. Acomodó los discos en una pila en el orden específico de plata, cartón, zinc, plata, cartón, zinc... De los extremos de las pilas fluyó electricidad. Fue la primera persona que produjo una fuente continua de electricidad.

En otra ocasión, Volta cubrió la punta de su lengua con un trozo de estaño. Con la parte cóncava de una cuchara de plata tocó su sección posterior, mientras que con el mango de la cuchara hizo contacto con el estaño. De esta manera produjo una pequeña cantidad de electricidad y pudo demostrar objetivamente el principio que obra en la batería de celdas secas. Había usado dos metales y un conductor líquido de electricidad. Es el mismo principio que rige la batería de tu automóvil.

Sí tuvieras que ilustrar el poder de Dios actuando en tu vida, ¿usarías la figura de la plancha, que tiene que estar en un lugar específico para poder enchufarla en el tomacorrientes, o lo harías con la de la radio portátil, que te puede acompañar dondequiera que vayas?

¿Tendrás a tu alcance el poder de Dios solo una o dos veces por semana cuando vayas a la iglesia, o podrás llevar a Dios contigo al día de campo, cuando vayas de compras o te dirijas a cualquier parte?

Podrás usar el poder de Dios para evitar palabras o pensamientos malos al mantenerte en comunión con Dios; por ejemplo, mediante el culto matutino, o la oración personal y la meditación, en el lugar de trabajo, en el salón de clases, en el hogar o dondequiera que estés.

¿Existe, acaso, algún lugar al que el poder de Dios no llegue? ¿Habrá un lugar en este mundo donde él no sea accesible?

Febrero 06

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