La generación de Jesús: 144 000 - Primera parte

EL CRUCE DE LOS ELEGIDOS A LA ETERNIDAD

HA HABIDO UNA SIMPLE pregunta, de las que se responden afirmativa o negativamente, con la que vengo luchando. Quizá tú también. ¿Tiene Dios un criterio para la última generación de sus elegidos en la tierra diferente del que tuvo para todas las generaciones anteriores? ¿Hay un criterio de «traslación» (para los elegidos que irán al cielo sin experimentar la muerte) que es diferente de un criterio de «resurrección» (para los elegidos que resucitarán cuando Jesús regrese)? Dirás: «¿Qué más da? ¿En qué cambia eso las cosas?». Bueno, si Dios, en efecto, tiene dos criterios diferentes para sus amigos, dependiendo de cuándo vivieron en la historia de la salvación, ¿no querrías conocer cuál es el criterio de Dios para esta potencialmente última generación de elegidos? ¡Pues claro! Así que busquemos la respuesta.

Entran ahora en escena los 144 000. «Después miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente» (Apoc. 14: 1). ¿Te has fijado alguna vez en lo contraculturales que son estos amigos apocalípticos de Dios del tiempo del fin? 1. Tienen el nombre del Señor en la frente en un momento en que el resto del mundo tiene «la marca de la bestia» en la suya (16:2; 13:16), 2. Cantan «un cántico nuevo» (14:3) en un momento en que el resto del mundo está macerado en la música de la Babilonia caída (18: 22). 3. Rehúsan acostarse con la gran ramera cuando el resto de la tierra ha dormido con esta alianza georeligioso-política (18: 3). 4. «Siguen al Cordero por dondequiera que va» (14: 4) cuando el mundo entero ha seguido a «la bestia», esa confederación demoníaca del tiempo del fin (13:3). 5. «En sus bocas no fue hallada mentira» (14:5) cuando el engaño y el subterfugio son la norma de la época (13:14). 6. Son «intachables» (14:5, NVI) en medio de una sociedad moralmente caída y espiritualmente insolvente (18:4,5).

Está claro que los 144 000 son la generación de Jesús en vísperas de su regreso. Pero, ¿están sometidos a un criterio divino más elevado que todos los elegidos que vivieron antes que ellos? Sea cual sea la respuesta, está claro que son personas contraculturales con una pasión inquebrantable por Cristo. Si eso fuera todo, ¿no querrías para ti ese retrato?