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¿Qué hacían los escribas?

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“Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”. Esdras 7:10.

Subraya la respuesta correcta

a. Escribir las Escrituras.

b. Escribir y leer las Escrituras.

C. Escribir y enseñar las Escrituras.

¿Te gusta escribir o prefieres leer?

Antiguamente, había personas que se dedicaban a escribir de forma profesional cartas, documentos y cobraban por hacer ese trabajo para otras personas. En algunos países de Oriente todavía existe esta profesión.

¿Sabes cuál es el primer escriba que menciona la Biblia? Se llamaba Esdras y no solo se dedicaba a escribir para el rey Artajerjes de Persia, sino que además se dedicaba a copiar los rollos de la ley de Dios, la Torá, y a enseñarla al pueblo.

De modo que un escriba no solo era alguien que sabía escribir bien, sino que también era un maestro que se dedicaba a leer y enseñar la ley de Dios.

En la época de Jesús ser escriba era una profesión muy importante. En muchas ocasiones ya no se les llamaba escribas sino «maestros de la ley», porque la conocían bien y se la enseñaban a los demás. Los maestros de la ley eran fariseos que muchas veces no se ponían de acuerdo, y cada uno interpretaba la ley de Dios a su manera y confundían a la gente. Por eso Jesús los regañó, porque imponían sus propias normas a los demás y no mostraban el amor de Dios.

Pero también hubo muchos escribas que copiaron los libros inspirados por Dios. Gracias a ellos, hoy nosotros tenemos la Biblia. Todo ese conjunto de libros que ahora puedes leer en un solo libro fueron copiados por escribas que conocían y apreciaban las Escrituras. Los más antiguos que existen del Antiguo Testamento son los Rollos del mar Muerto. Después de copiarlos en rollos de pieles de animales los guardaron en unas vasijas de barro, así se conservaron durante unos dos mil años. En 1947, unos niños los encontraron en unas cuevas llamadas Qumrán, cerca del mar Muerto en Cisjordania.

Copia algún versículo que te guste en tu Diario de Oración y compártelo con alguien que lo necesite.

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