|
Hola, qué bueno que hoy estás leyendo UN PASEO POR EL ZOO. Hoy quiero hablarte de un animal muy lindo. Tiene orejas largas, unos ojos muy bonitos, se mueve dando saltitos y le gusta comer zanahorias. ¿Sabes de qué animal estoy hablando? ¡Del conejo!
Una de las características que más me gustan del conejo es su mansedumbre. Los conejos se encuentran entre los animales más mansos de la naturaleza, por eso las personas los usan en shows de entretenimiento.
Ser manso es lo mismo que ser tranquilo, es lo contrario de ser agresivo. Te lo explicaré mejor. Mamá va a poner una fruta en las manos de papá y luego ella se la quitará rápidamente y sin pedirle permiso. Fíjate bien. ¿Cómo reaccionó papá? ¿Viste? No se enojó. Así actúan los mansos, aceptan lo que les sucede sin enojarse.
Jesús fue muy manso y tú puedes ser como él. La Biblia dice que los mansos tendrán un regalo especial: Recibirán un lugar precioso para vivir, que Dios mismo ha preparado. ¿Te gustaría vivir en ese lugar especial? Entonces pídele a Jesús que te ayude a ser manso cada día. Tal vez hasta tengas un conejo en el cielo como mascota. ¡Maravilloso!
Palabra que aprendimos hoy: Manso
Oración: Querido Jesús, quiero ser manso como tú y así recibir la tierra como herencia.