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Gracia versus Verdad 1° parte

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«Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad» (Juan 1: 14, RV95).

EN SU LIBRO Entre la gracia y la verdad Randy Alcorn cuenta una anécdota de un amigo suyo que fue a un restaurante de Londres. «¿Qué desea comer?», preguntó el camarero. Estudiando el menú, el amigo dijo: «Ahhhh». lnmediatamente el camarero le preguntó: «¿De qué parte de Estados Unidos es usted?». Apenas había abierto la boca ¡y había sido descubierto! Así les sucedía también a los primeros seguidores de Jesús: apenas abrían la boca, todo el mundo se daba cuenta de que eran cristianos. ¿Por qué?

Obviamente no era por sus impresionantes edificios o programas de iglesia, ni por su poder político o sus publicaciones; no tenían nada de eso. Lo que distinguía a los primeros cristianos era que «con gran poder daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos» (Hech. 4: 33, RV95). «Testificaban a favor de la verdad de Jesús y vivían por su gracia. La verdad era el alimento que comían y el mensaje del que hablaban. La gracia era el aire que respiraban y la vida que vivían. El mundo que los rodeaba nunca había visto nada igual» (ibíd., p. 13).

Gracia y verdad: dos ingredientes esenciales para ser como Jesús, quien «habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad» (Juan 1: 14, RV95). Esta es la forma más sencilla de definir a Cristo y, por ende, a un cristiano. A la gente de los tiempos de Jesús le bastaba con mirarlo a él para saber cómo era Dios, pues Dios es «grande en amor y verdad» (Éxo.34. 6). A la gente de hoy ha de bastarle con mirarnos a nosotros para saber cómo es Jesús, y la mejor manera de reflejarlo es hallando un equilibrio en nuestra vida entre la gracia y la verdad, es decir, entre el perdón y la libertad (gracia) y las doctrinas de la Biblia (verdad). La verdad sin la gracia fomenta el legalismo y da una mala imagen de Cristo; la gracia sin la verdad produce indiferencia e impide que la gente se dé cuenta de que necesita a Cristo.

Busca en tu vida el equilibrio entre ambas. En este caso el equilibrio no se encuentra en el término medio, sino en estar lleno de las dos, como lo estaba Jesús.

“La gracia y la verdad son el ADN espiritual, los dos bloques de construcción de la vida cristiana”. Randy Alcorn

* Randy Alcorn, Entre la gracia y la verdad (Miami: Unilit, 2003), pp. 12-21.

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