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LA GRAN FLECHA INTERMITENTE

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Serás llamado reparador de portillos. Isaías 58:12.

El anciano Esdras se paró sobre una plataforma alta de madera, en el centro de Jerusalén, y leyó del Libro de la Ley. El pueblo se había reunido para oír las instrucciones de Dios para ellos, y una vez más prometieron ser fieles a Dios y mostrar su amor por él obedeciendo su Ley. Pero cuando no estaban bajo la influencia directa de Esdras y de Nehemías, los idólatras rápidamente los contaminaban.

Con los muros acabados, Nehemías había regresado a su trabajo en la corte persa. Cuando regresó a Jerusalén para ver cómo andaba todo, lo que encontró enfermó su corazón. Algunos del pueblo se habían casado con personas de otros países, a quienes no les importaba Dios: uno de los mayores motivos de los problemas de Israel desde el principio; incluso, algunos de los líderes espirituales fueron culpables de esto. Por medio del matrimonio mixto, el sumo sacerdote Eliasib se había hecho amigo de Tobías, el hombre que, con sus dos amigos paganos, había intentado detener la reconstrucción de los muros. Eliasib, incluso, había vaciado una habitación del Templo, usada para almacenar diezmos y ofrendas, para usar como habitación para este enemigo resentido.

Nehemías no toleraría este tipo de cosas y fue inmediatamente a la habitación. Tiró todas las cosas de Tobías, limpió el lugar y ordenó que el sitio de almacenaje se usara para su propósito original.

Nehemías también encontró que los vendedores y los comerciantes paganos habían atraído al pueblo a hacer negocios en sábado. Esto nunca habría ocurrido si hubieran tenido gobernantes fuertes; pero ellos estaban más interesados en hacer dinero que en honrar a Dios.

"¿Cómo puede ser que hagan estas cosas, profanando el sábado?", demandó Nehemías,

Ordenó que las puertas de la ciudad se cerraran antes de la puesta de sol del viernes y que se abrieran solo después de que el sábado hubiera terminado. Cuando los mercaderes se quedaban merodeando alrededor del muro, esperando concretar algún negocio, Nehemías los ahuyentaba. -

Dios predijo que justo antes de que Jesús regresara, su pueblo (tú y yo) sería “reparador de portillos”, así como Nehemías. Pero, en lugar de ser albañiles que reconstruyeran un muro con un enorme agujero, aquellos que vivan al final de los tiempos serán reformadores, que ayudarán a la gente a recordar a Dios usando la gran “flecha intermitente” que nos dio para ese propósito: el sábado.

 

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