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¡Primicias ya!

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"Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios, y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas" (Lucas 1:19).

Construida en puerto de Palos (España), fue elegida por Martín Alonso Pinzón debido a sus cualidades náuticas para emprender una travesía extraordinaria. Era una carabela nórdica de velas cuadradas, muy sencilla. Los historiadores sostienen que su nombre está relacionado con la pertenencia a una familia de apellido Pinto pero, en realidad, el navío fue alquilado a los armadores Gómez Rascón y Cristóbal Quintero.

Hablamos de una de las tres carabelas de Cristóbal Colón que llegó a América el 12 de octubre de 1492; el marinero Rodrigo de Triana, quien avistó por primera vez la tierra del Nuevo Mundo y pronunció el famoso grito, viajaba allí.

Luego de aquella aventura del otro lado del Atlántico, regresaron a Europa. La Pinta fue la primera en arribar. Así, el 1 de marzo de 1493, la carabela atracó en el puerto de Bayona (provincia de Pontevedra, España) y dio primicia del éxito de la expedición de Cristóbal Colón. Actualmente, allí hoy es un día feriado, en celebración de la llegada de aquellas buenas noticias.

La Biblia está llena de mensajeros de buenas noticias. Me emociona leer Lucas 1. El ángel Gabriel anuncia al incrédulo Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista. Luego, visita a la joven María, y le notifica que fue elegida como madre del Mesías. La actitud confiada y sumisa de la virgen contrasta notablemente con la reacción del sacerdote: "He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra” (Luc. 1:38).

Las buenas noticias nos alegran la vida y nos impulsan a compartirlas. ¡Es imposible quedarnos con ellas! Después de su notable ministerio sanando, predicando, enseñando y anunciando el Reino de Dios, Jesús sufrió la muerte de cruz. Pero resucitó al tercer día. Nota lo que sucedió ese domingo de mañana, cuando sus discípulos fueron al sepulcro. Juan 20:1 a 3 cuenta que María Magdalena llegó primero que Pedro y Juan, y avisó a los demás. Entonces, salieron corriendo, apurados, para comprobarlo. Sus ganas y su afán juvenil hicieron que Juan llegara antes: "Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro” (Juan 204).

Hoy puede ser un día histórico. Sé portador de buenas noticias. Anuncia que Jesús nació, vivió sin pecado, murió, resucitó y pronto vendrá a buscarnos.

"Con semejante ejército de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer ¡cuán pronto se proclamaría a todo el mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!" (Elena de White, Mensajes para los jóvenes, p. 271). PA

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