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Aquel 11 de marzo de 2011 mirábamos totalmente sobresaltados esas imágenes por televisión. Mostraban los espeluznantes daños causados por el devastador fenómeno natural ocurrido en Japón: un terremoto de magnitud9grados en la escala de Richter, a 130 kilómetros de la costa, provocó un tsunami que anegó la costa noreste del país y causó directamente 15836 víctimas, 3650 desaparecidos y el accidente nuclear de Fukushima, uno de los más graves de la historia.
En la Biblia se mencionan varios terremotos. Veamos algunos de ellos, para obtener lecciones espirituales para esta jornada.
Hoy puede ser un día histórico. Ten conciencia. Reconoce a Jesús. Pide perdón. Alista tu vida en armonía con Dios. Prepárate para la crisis final. En Apocalipsis 6:12 al 17 se menciona otro terremoto. Es uno triste, ya que implica destrucción. Cuando Jesús regrese, habrá un gran terremoto, y quienes hayan caminado lejos de sus enseñanzas y desoído su voz pedirán a las piedras y a los montes que caigan sobre ellos. Tomemos hoy las mejores decisiones para no pertenecer a este grupo.
"¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y ciclones, así como de la destrucción producida por incendios e inundaciones, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente, estas calamidades son estallidos caprichosos de las fuerzas desorganizadas y desordenadas de la naturaleza, completamente fuera del dominio humano, pero en todas ellas puede leerse el propósito de Dios. Se cuentan entre los instrumentos por medio de los cuales él procura despertar en hombres y mujeres un sentido del peligro que corren” (Elena de White, ¡Maranata: el Señor viene!, p. 147). PA