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Llenaron nuestra casa de alboroto. Trajeron toda clase de equipaje y basura posible, incluso cacharros de cocina. Cuando los familiares de Greg vinieron a visitarnos nueve días, yo me sentí completamente abrumada. ¿Qué íbamos a hacer con ellos todo ese tiempo? ¿Cómo podíamos entretenerlos? ¿De qué íbamos a hablar? ¿Cómo iba yo a alimentar a tantas personas tres veces al día durante nueve días? Preparamos menús, planeamos excursiones, encontramos varios lugares para visitar todos los días, pero, para mi sorpresa, no parecían preocuparse por eso en absoluto. No estaban interesados en el Space Needle o en visitar el Pacific Science Center con su teatro IMAX o su casa de mariposas tropicales. Lo que querían era estar en casa. «¡Solo queremos estar con ustedes!», decían. Pensé que me saldrían canas después de dos o tres días, pero no, fueron fieles a su palabra. No les importó lo que comiéramos ni cuándo. No les importaba pasar días enteros sin salir de la casa. Simplemente se sentaban a conversar y disfrutaban de nuestra presencia. Al final de la semana me di cuenta de que realmente habían dicho la verdad. No habían venido a visitar Seattle, sino a estar con nosotros.
Ese precisamente es el mayor deseo de Dios. En Éxodo, hemos visto a un Dios deseando liberar a su pueblo de la esclavitud y enseñándoles cómo adorarlo, y todo esto fue con un propósito: ¡Habitar en medio de ellos! Él era un Dios santo y ellos eran gente pecadora, pero aun así quería estar con ellos. Y para lograr que conviva lo santo con el pecado, tenía que venir a ellos como un ser santo. Así se dieron las leyes, los reglamentos, los mandamientos y el Santuario. De hecho, todo el asunto del Santuario se hizo para que Dios tuviera un sitio donde morar físicamente en la tierra y habitar en medio de su pueblo.
Este es el mayor deseo de Dios hoy: habitar en medio de nosotros. Pero él no viene sin ser invitado. ¿Es tu deseo estar con él? Reflexiona sobre el hecho de que Dios pone todo su esfuerzo solo para estar cerca de ti. Decide hacer un espacio en tu vida para él.
MH