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El rey Salomón resolvió una disputa ordenando que cortaran a un bebé por la mitad. ¡Increíble! Dos mujeres que vivían en la misma casa dieron a luz con tres días de diferencia. Durante la noche, una de ellas aplastó a su bebé y este murió. Al ver que estaba muerto, lo cambió por el bebé de la otra y volvió a dormir como si nada hubiera pasado. A la mañana siguiente, la otra mujer descubrió el cuerpo frío de un bebé muerto a su lado pero, cuando lo miró bien, se dio cuenta de que no era su hijo. Se produjo entonces una disputa entre las dos, ambas reclamando al bebé vivo como propio. Así que acudieron ante el rey Salomón para que tomara una decisión. Es la primera historia registrada después de la petición de Salomón a Dios, la primera prueba oficial de su sabiduría. Nadie sabía aún que había recibido sabiduría especial de Dios.
Puesto que no había nadie más en la casa, era la palabra de una mujer contra la de la otra, pero Salomón tuvo una idea. Ordenó que le llevaran una espada para cortar al bebé en dos y que cada mujer recibiera una mitad. En este momento, la primera mujer imploró, llorando: «¡Por favor, mi señor, dele el bebé a esta mujer! ¡No lo mate!», pero la segunda mujer dijo: «Ni para mí ni para ti. ¡Que lo partan!» (1 Reyes 3: 26). Salomón reconoció inmediatamente a la verdadera madre. Ninguna madre estaría de acuerdo en que cortaran a su bebé por la mitad frente a sus ojos. Como dice la Biblia: «Todos sintieron respeto por el rey, porque vieron que Dios le había dado sabiduría para administrar la justicia» (vers. 28).
Dios dio a Salomón sabiduría por una razón: porque quería que el rey la utilizara. Con esa sabiduría, el reino de Salomón prosperó más allá de lo que hubiera podido soñar. Lo mismo sucede con los dones y talentos que Dios te ha dado. Él quiere que los utilices, que no los desaproveches. ¿Utilizas las aptitudes que Dios te ha otorgado o las escondes? ¿Estás quizá utilizándolas para ti mismo o para un fin inadecuado? Vuelve a la senda de la voluntad de Dios y trata de utilizar todo lo que tienes para honrarle.
MH